En la década de 1980, Alejandra Arévalo Troncoso se convirtió en la primera mujer en trabajar en una mina subterránea en Chile, específicamente en la mina El Teniente, la mina de cobre subterránea más grande del mundo. Su valentía y determinación abrieron el camino para futuras generaciones de mujeres en una industria tradicionalmente dominada por hombres.
Rompiendo Barreras en un Mundo de Hombres
En un tiempo en que las leyes y los prejuicios sociales restringían el acceso de las mujeres a trabajos mineros, Alejandra desafió las normas y los estereotipos de género. Graduada de geología en la Universidad de Chile, Alejandra enfrentó una significativa resistencia por parte de sus compañeros y la administración de la mina. A menudo tuvo que soportar comentarios despectivos y situaciones incómodas simplemente por ser una mujer en un ambiente minero.
Desafíos y Superación
Uno de los principales desafíos que enfrentó Alejandra fue la incredulidad y el escepticismo de sus colegas. En sus primeros días en El Teniente, a menudo tuvo que trabajar sola en la jaula con solo unos pocos compañeros dispuestos a acompañarla debido a la reticencia general a aceptar a una mujer en la mina. Además, enfrentó la constante necesidad de demostrar su competencia en un entorno donde las capacidades de las mujeres eran subestimadas.
Alejandra también tuvo que enfrentarse a la legislación vigente en la época. Hasta 1996, el Código del Trabajo chileno incluía restricciones explícitas que prohibían a las mujeres trabajar en minas subterráneas, lo que hacía aún más difícil su incorporación y aceptación en el sector
Un Legado de Inclusión y Diversidad
Alejandra Arévalo no solo fue una pionera en su campo, sino también una defensora apasionada de la igualdad de género en la minería. Su presencia y su trabajo demostraron que las mujeres podían desempeñar roles cruciales en la industria minera, allanando el camino para que muchas otras siguieran sus pasos. Su legado incluye la mentoría a nuevos profesionales y la enseñanza de geología y metalurgia, transmitiendo su conocimiento y experiencia a futuras generaciones.
Inspiración para el Futuro
La historia de Alejandra Arévalo es una poderosa inspiración para Pulso21 en su misión de promover la equidad de género e inclusión en todos los sectores laborales. Su ejemplo nos recuerda que, aunque los desafíos pueden ser grandes, la determinación y la resiliencia pueden abrir puertas y transformar industrias. Alejandra Arévalo dejó una huella indeleble en la minería chilena, demostrando que el talento y la capacidad no tienen género.
En Pulso21, nos comprometemos a seguir su ejemplo, trabajando incansablemente para crear ambientes laborales inclusivos y equitativos, donde todas las personas puedan desarrollar su máximo potencial.
Para conocer más sobre la vida y legado de Alejandra Arévalo, puedes consultar las siguientes fuentes:
La historia de Alejandra Arévalo es un testimonio de que con esfuerzo y determinación, podemos superar cualquier obstáculo y lograr una mayor equidad e inclusión en todos los ámbitos.
Santiago. 20 de mayo de 2024